Muchos conocen la Bretaña por su fachada al mar y las numerosas posibilidades que ofrece para descubrir la navegación marítima de recreo... Pero, ¿sabía usted que la Bretaña también es un destino privilegiado para el alquiler de barcos habitables sin carnet? Su red de canales de agua es inigualable: en la intersección del Erdre, el Vilaine y el Canal de Nantes a Brest, ¡descubra los encantos del turismo fluvial en el corazón de la Bretaña interior!
Castillos y villas medievales, casas de entramados y antiguas casas solariegas, abadías y pequeñas capillas harán las delicias de los amantes del patrimonio; la sidra y las galettes bretonas, ¡el placer de los golosos!
No espere más para descubrir durante un fin de semana, unos días o una semana, la Bretaña interior desde el agua: Suelte amarras para un crucero fluvial lleno de magia, misterios e historia...
Un poco de historia...
La idea de abrir un canal de navegación interior en Bretaña se remonta al siglo XVI. Fue necesario esperar al comienzo del siglo XIX y al bloqueo de Brest por los británicos para convencer a Napoleón I del interés estratégico de desbloquear Brest por su interior.
Los trabajos comenzaron en 1811 y Napoleón III inauguró el canal en 1858: abrió también una vía interior entre la ciudad de Nantes y el puerto de Brest.
Actualmente, los caballos de sirga han dejado lugar a los pescadores, caminantes y deportistas... ¡y a los amantes del turismo fluvial! La intersección entre los diferentes canales de agua (Canal de Nantes a Brest, Erdre y Vilaine) ofrece múltiples itinerarios posibles, que le permitirán apreciar sin descanso el placer de un crucero fluvial en Bretaña.